El desarrollo de las pilas recargables
ha contribuido a un importante crecimiento en la tecnología de hoy, al permitir su recarga una vez que ha sido vaciada. La miniaturización de estos dispositivos contribuyó al desarrollo y uso de
dispositivos móviles como los
teléfonos celulares, equipos de música, cámaras fotográficas, relojes, calculadoras, ordenadores portátiles, entre otros.
Además del uso en los dispositivos nombrados arriba, este tipo de pilas son utilizadas en la industria automotriz y de los electrodomésticos, entre otras. Cabe destacar el impacto positivo de estas piezas en la conservación del ambiente, ya que aportan no se tratan de elementos contaminantes.
Su duración y capacidad de almacenamiento de energía depende de las aleaciones metálicas con que se elaboren. Las pilas más importantes son:
Pilas de níquel cadmio: son económicas pero tienen poca vida útil, incluso podrían mostrar señal de carga completa cuando en realidad esta descargada. Esto se conoce como "efecto memoria".
Pilas de níquel-metal híbrido: son las más utilizadas, tienen mayor duración, son menos contaminantes y admiten más recargas que las anteriormente mencionadas. Además, no tienen el efecto memoria.
Pilas de ion de litio: con características similares a las anteriores, pero con mayor capacidad de carga. Como única desventaja, estas pilas se pueden dañar al ser expuestas a altas temperaturas.
Las pilas recargables y las pilas convencionales
Aunque el costo de adquisición inicial es mayor, a largo plazo generan un ahorro importante debido a la reutilización de las mismas. Con las pilas convencionales, una vez que termina su vida útil, los materiales que la componen generan contaminantes al agua, suelo y aire.
Las pilas recargables pueden ser recargadas muchas veces, algunas hasta 1000 veces, mientras que las convencionales deben ser desechadas. Como único punto negativo, las pilas recargables tienen menos capacidad de carga y duración que las pilas convencionales.
Atrás quedó el tiempo cuando las pilas recargables requerían de altos periodos de recarga, las pilas de hoy recargan en poco tiempo al ser conectadas a una fuente de electricidad alterna.
Algunas recomendaciones para su uso y conservación
- Usa solo el cargador diseñado para el tipo de pila.
- Descarga completamente la pila antes de su recarga.
- Si transcurre un largo periodo en desuso carga de dos a tres ciclos antes de su uso.
- Carga al 100 por ciento antes de utilizar por primera vez.
- No uses en el cargador pilas de diferentes marcas y capacidades.
- No intentes recargar pilas alcalinas, ya que podrían estallar.
Algo muy importante es que estas pilas deben ser desechadas en un contenedor adecuado y dentro de bolsas plásticas, evitando así el contacto con otros metales. Preferiblemente llévalas a los lugares de recolección y que sepan cómo manipular los materiales tóxicos.
Algunos acostumbran a colocar las pilas en el refrigerador para su recarga, pero este proceso no las recarga ni aumenta su vida útil.